Sistemas de tienta y evaluación:

Machos:

Los tentamos en torno a la edad de dos años. Aunque al hecho de meterlos en la plaza para su tienta le  seguimos llamando retienta por tradición, lo cierto es que la primera tienta, la que se hace a campo abierto, nosotros ya no la llevamos a cabo.

 

Seleccionamos primero por tipo y después por reata, es decir, si el tipo de un eral es bueno pero después la reata no nos gusta, nos abstenemos de meterlo en la plaza. Por tanto, consideramos muy importante observar con detenimiento la constitución del animal, las hechuras, que han de ser acordes al tipo que nosotros preferimos, al que caracteriza la ganadería. Pero, con posterioridad, analizamos profundamente las líneas de las que procede cada res y nos fijamos mucho en los resultados de los productos de las distintas madres siendo estos últimos los criterios determinantes.


Hembras:

Las tentamos también  a la edad de dos años, es decir, de erales. Nunca tentamos más de seis de una sola vez aunque, a veces, tentamos en un mismo día por la mañana y por la tarde. A diferencia de los machos, todas las hembras de esta edad son tentadas en el campo, y además , son paradas directamente con el capote con el que no se busca el lucimiento sino fijarlas para que acudan al caballo.